Retención del talento, clima organizativo positivo, empleados comprometidos. La lista de beneficios resultantes de un equipo satisfecho con el lugar donde trabaja es larga, pero necesita actitudes constantes para ser conquistada. Lunelli, empresa textil de Santa Catarina y propietaria de marcas como Lez a Lez, Lunender y Hangar 33, ha ido reforzando estas directrices año tras año durante sus cuatro décadas de historia y ahora ha recibido un importante reconocimiento por sus buenas prácticas de gestión de personas.

El grupo acaba de ser certificado por el programa GPTW (Great Place to Work), que permite medir de forma práctica la percepción de los empleados en relación con la empresa. Centrada en la producción de moda significativa, Lunelli se apoya en varias acciones para transformar la industria en un excelente lugar de trabajo para todos los profesionales.

Entre las prácticas está la oferta de un plan de pensiones privado exclusivo, día libre en el mes del cumpleaños del empleado, plan de salud y estímulo al desarrollo profesional mediante becas y cursos internos en el Centro de Formación Abilio Lunelli. Además, los empleados pueden contar con programas de participación en los beneficios y otras iniciativas que ponen de relieve la misión de mejorar la vida de las personas a través de oportunidades, productos y servicios.

 

Dênis Luiz Lunelli, diretor-presidente do grupo – Crédito de imagem: divulgação/Lunelli

Según el director general del Grupo, Dênis Luiz Lunelli, la certificación GPTW es un motivo de orgullo y gratitud. «Un buen ambiente de trabajo se hace cada día, con todas las personas», resumió.

El programa Great Place to Work evalúa, mediante una herramienta de investigación y diagnóstico en línea, el clima organizativo en las empresas. Se evalúan temas como la seguridad física, la competencia de gestión, los beneficios y la valoración.

En consonancia con esta realidad, Lunelli distribuyó recientemente R$ 12 millones a los empleados a través del PCR (Programa de Consecución de Resultados) y del Premio a la Producción. A principios de año, la marca también cambió su nombre, abandonando el término «Grupo» y pasando a ser simplemente Lunelli. «Ponemos nuestro apellido por delante del negocio, porque aquí somos una familia y creemos que, con respeto y sencillez, es posible lograr la satisfacción de todos», destaca el director general.

Otro dato interesante es que el grupo cuenta con un 70% de mujeres en su plantilla. Ya sea frente a la máquina de coser dando forma a las prendas que visten a generaciones, o en el proceso creativo, aportando ideas e innovaciones, o en los puestos de dirección, donde se centra la toma de decisiones que guían el negocio, las mujeres tienen una voz activa en el día a día de la empresa.